Este es el aspecto exterior de mi nuevo libro. La acuarela, que recoge a la perfección la sugerencia y la idea de frío que da unidad al libro, pertenece a Jesús Javier Redondo. Ahora esperemos que el interior esté a la altura del exterior. Se trata de mi segunda incursión, de manera pública, en la narrativa; la primera fue el relato "Tourmalet, 3000 piezas", aparecido en el libro colectivo La puerta de los sueños (Ayuntamiento de Pozoblanco, 2009; premio Solienses 2010), y en ella he ocupado cinco años y medio (con el paréntesis a tiempo parcial de dos años que supuso la creación de Las ventanas de invierno).
Con tal excusa he puesto en marcha el blog al que ahora se asoma el curioso navegante, concebido como un espacio dialéctico de enriquecimiento a través del diálogo tanto para el lector como para el escritor.
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